El Padre Julio César Quintero Grisales, Sacerdote de la Arquidiócesis de Manizales, ha difundido en los medios de comunicación una información sobre una supuesta deuda que mi hermano tiene con él, manifestando su petición de intervención de mi parte con la cancelación de la presunta deuda. Ante esto debo clarificar lo siguiente:
- No tengo ninguna deuda personal con el Padre Julio César Quintero Grisales, ni he intervenido en ningún momento como fiador o codeudor, ni he firmado ningún documento para ningún tipo de negocio o deuda entre el Padre Julio César y mi hermano. Debo dejar claro que no tengo conocimiento del manejo económico y financiero de mis hermanos, ni de mi familia, ni conozco el desarrollo económico de sus negocios.
- En la Arquidiócesis de Manizales, a través de la Vicaría Judicial se hizo un proceso de investigación previa sobre el asunto, donde pedí rendir declaración libre y voluntaria, para clarificar esta situación, dejando claro que no debo dinero a ninguna persona y que no soy responsable de las deudas de mis hermanos o familiares, contraídas con ninguna persona. En la Vicaría Judicial de la Arquidiócesis de Manizales reposan todas las actas del proceso Canónico. Sobre la conclusión ha sido emitido un comunicado de prensa por parte de la Arquidiócesis de Manizales.
- Cuando fui nombrado para la Diócesis de Málaga – Soatá, el Señor Arzobispo, Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo, manifestó a algunos sacerdotes la inquietud de considerar la posibilidad de dar alguna ayuda para la Diócesis. Algunos sacerdotes colaboraron y entre ellos el Padre Julio César, donó una suma de $500.000 mensuales durante año y medio. Ese dinero quiso que se dedicara a sacerdotes y seminaristas. Durante el tiempo de pandemia esa donación se invirtió en la seguridad social de los sacerdotes en Málaga. El manejo de este dinero estuvo a cargo del Vicario General, hoy el Obispo de Málaga – Soatá, Mons Félix Ramírez Barajas. Ahora el Padre Julio César manifiesta en varios ambientes que me entregó esa ayuda. Ante su reclamo, en un encuentro que tuvimos en el Tribunal Eclesiástico de Manizales, le ofrecí devolverle ese dinero en cuotas que yo pudiera pagar mensualmente, pero no permitió, porque lo había donado para los sacerdotes de Málaga – Soatá. Este tema quedó registrado en las actas del Tribunal Eclesiástico y todos firmamos allí las conclusiones de esa conversación.
- Con esta nota dejo claro que no tengo ninguna deuda con el Padre Julio César Quintero Grisales, ni tampoco solvencia económica para responder por deudas que no he contraído, ni son mi responsabilidad, ni he tenido conocimiento en ningún momento de dichos préstamos. Cualquier versión que salga en los medios responsabilizándome de alguna deuda es falsa y no corresponde a la verdad de los hechos.
José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de Cúcuta