El pasado viernes 22 de agosto, en la Catedral San José de Cúcuta, se celebró la misa de aniversario por el fallecimiento de Monseñor Jaime Prieto Amaya, quien fue el séptimo obispo de la Diócesis de Cúcuta; recordado por su trabajo con los más necesitados y sus iniciativas en la pastoral social, entre ellas la pastoral rural y de la tierra, dejando huellas en esta zona de frontera.
Esta ceremonia, organizada por la Diócesis de Barrancabermeja y presidida por Monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de Ocaña, reunió a varios obispos participantes del II Congreso Nacional de Evangelización (PEIP), al clero diocesano y a fieles de esta Iglesia Particular, que quisieron honrar su memoria.
Durante la homilía, Monseñor Olave evocó la figura cercana y profundamente humana de Monseñor Prieto: “Su vida fue un testimonio vivo de la fe y el amor al prójimo; un hombre con el don del discernimiento, capaz de ver más allá de las fronteras y que no temía alargar la tienda para acoger a quien lo necesitara”. Las palabras resonaron entre los asistentes, quienes en un silencio lleno de afecto y respeto renovaron su compromiso de seguir el testimonio de vida que Monseñor Prieto dejó marcado: la entrega desinteresada, la humildad y la pasión por la evangelización como camino para construir una sociedad reconciliada y más justa.
Más que un acto litúrgico, esta eucaristía se convirtió en un espacio donde el legado espiritual y pastoral de Monseñor Jaime Prieto volvió a cobrar vida, invitando a todos a fortalecer la unidad y a renovar la esperanza en medio de las dificultades cotidianas. Así, la Diócesis de Cúcuta reafirmó una vez más su gratitud y reconocimiento a un pastor que sigue inspirando a sus comunidades a vivir su fe con fervor y dedicación en el anuncio de Jesucristo.
