Mecanismos alternativos de solución de conflictos en la Parroquia

Con el apoyo y la iniciativa de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, la Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta  COSPAS, ha impulsado el proyecto de resolución de conflictos comunitarios en  tres parroquias: Visitación de nuestra Señora (barrio Manuela Beltrán), Nuestra Señora de los dolores (Scalabrini y Camilo Daza), y la parroquia Jesús Cautivo (Colombia uno); parroquias y barrios insertos en medios vulnerables con población desplazada y víctima del conflicto armado.

Este proyecto busca promover comunidades con capacidades técnicas para el manejo de los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC) y que esto anime una convivencia pacífica al interior de las comunidades, a su vez promover la difusión por parte de las entidades de acuerdo a su competencia, el uso y la implementación de estos mecanismos.

Actualmente este proyecto finalizó la fase de información y formación a las comunidades y en este momento se encuentra haciendo acompañamiento, a los líderes mediadores que se desempeñan en cada  parroquia como agentes de pastoral, dispuestos a escuchar y orientar a los miembros de estas comunidades en “asuntos conciliables” relacionados con  la vida de la comunidad, la familia, cuestiones civiles y comerciales, policivo, laboral y penal.  Para cada caso los mediadores comunitarios conocen la ruta de activación al derecho de la justicia a la que pueden acudir.

El pasado 21 de octubre se realizó en la curia episcopal un intercambio de experiencias en el que participaron los mediadores comunitarios de cada parroquia y un conciliador en equidad que ofrece su servicio en la casa de la justicia.

Este espacio de intercambio fue significativo porque permitió reconocer, cómo cada comunidad  soluciona sus conflictos, la necesidad de que estas fortalezcan sus capacidades de autodeterminación, de autogestión para alcanzar el desarrollo que anhelan, y evitar en lo posible que el sistema judicial colapse, por conflictos que se podrían resolver fuera de los estrados judiciales o que las comunidades hagan uso de la oferta de la ilegalidad, en cabeza de los grupos al margen de la ley que operan en estas comunidades y que brindan rápida respuesta en la resolución de sus conflictos haciendo uso de la fuerza o de la violencia en cualquiera de sus expresiones: intimidación, amenaza, persecución, muerte, entre otros.

Cabe señalar entonces que los líderes hicieron énfasis en la escucha, la neutralidad, el diálogo, la reconciliación y otras habilidades que debe desarrollar el mediador comunitario para ser creíble en las comunidades, para ser reconocido como tal  y por lo tanto el “Líder mediador comunitario” está llamado a dar testimonio como “Artesano de la paz”.

Es necesario proponer que también surgió en este espacio la conciencia de asumir actitudes y posiciones claras a favor de la convivencia pacífica, de buscar formas alternativas para fortalecer la capacidad de las comunidades en la  resolución de sus  controversias a través de la justicia comunitaria o del uso de los mecanismos alternativos de solución de conflictos.

En consecuencia se necesita del compromiso decidido de los líderes comunitarios, de los párrocos, de las juntas de acción comunal, de las comisiones de convivencia y conciliación conformadas y activas,  de los grupos de base, conciliadores en equidad, de las entidades públicas y privadas, para generar redes de protección al derecho a la justicia; por lo tanto este proceso recién comienza.

Cortesía Periódico la verdad edición 806

Por: Martha Fernanda Cordero

Coordinadora Proyecto Resolución de conflictos.

COSPAS.

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