Los frutos de la Pascua de Cristo

 

1. fruto de la pascua de resurrección se encuentra en la experiencia de LA COMUNIÓN con Dios, con la Iglesia y la solidaridad con todos los hermanos y hermanas. Preguntémonos ¿cómo está la comunión en mi vida luego de esta Pascua?

 

2. fruto: LA PAZ que da el Señor resucitado y viene de la comunión con Dios y con el prójimo que nos impulsa a la convivencia pacífica y reconciliadora. Preguntémonos ¿vivo comunicando la paz del resucitado en mis acciones cotidianas?

3. fruto: LA ALEGRÍA porque la Pascua nos descubre este gran secreto del amor de Dios, la vida eterna y esto nos pone felices. Esta noticia convierte nuestra existencia en un surtidor constante de alegría. Preguntémonos ¿hay más alegría en mi corazón después de celebrar la pascua?

4. fruto: LA ESPERANZA porque la Pascua nos pide y no exige confiar y esperar en Dios, solo quien espera en Él es capaz de llegar a cumplir los más altos ideales. Preguntémonos ¿Cómo está sostenida la esperanza en mi vida hoy después de la Pascua?.

5. fruto: EL AMOR del resucitado que vence la mezquindad y el egoísmo y nos enseña que el amor es el pasaporte necesario para poder entrar al Cielo. Preguntémonos ¿hay aumento de amor en mi vida después de la pascua?.

6. fruto: EL PERDÓN ya que la pascua nos empuja a las dos vertientes de la vida cristiana, el perdón y la reconciliación. La pascua es el signo acabado y completo de esta realidad del perdón. Preguntémonos ¿ofrezco el perdón o pido perdón a mis hermanos?.

7. fruto: LA VALENTÍA que el Señor resucitado enciende en nuestro corazón para seguir adelante con la Misión en la Iglesia. Jesucristo ha cumplido las promesas y nos da una buena inyección de fortaleza para seguir evangelizando. Preguntémonos ¿soy testigo de la resurrección de Cristo anunciando el evangelio?.

8. fruto: LA FE La pascua nos confirma en el camino emprendido en el día de nuestro  autismo. La experiencia de Jesús resucitado, hace que nos sintamos protegidos por su espíritu y por los deseos de crecer como creyentes, como peregrinos, como orantes y discípulos del Señor resucitado. Preguntémonos ¿estoy propagando la fe en Dios? Sigamos transitando el camino Pascual que Cristo nos trazó y celebrando el triunfo del amor de Dios, manifestado en su infinita misericordia por nosotros que quiso elevarnos a la dignidad de hijos suyos. Recibamos estos regalos o frutos de la Pascua, correspondamos con nuestro amor, al amor infinito de Dios que quiso dejarnos estos tesoros en la sagrada Eucaristía y así peregrinemos todos hacia la pascua eterna. ¡Felices pascuas de Resurrección!.

Por: Pbro. José Bejar Vargas
Cortesía del periódico impreso La Verdad, edición 697
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