Partiendo del Evangelio de San Marcos, el Papa Francisco en su homilía dada en la casa Santa Marta, mostró la forma como Jesús mira a la gente, no de manera general, sino personalizada, con un amor íntimo; “Jesús no buscaba la popularidad ni la masa, sino que buscaba a la gente”.
Dos milagros muestran la cercanía de Jesús con el pueblo, por un lado, la resurrección de la hija de Jairo, uno de los jefes de la sinagoga y por otro lado, la curación de la hemorroísa, la mujer anciana que padecía flujo de sangre; dos personajes que tenían algo en común, esto es acudieron a Jesús con fe, se dejaron mirar y encontrar por Él.
Cristo ve todas nuestras situaciones resaltó el máximo Jerarca de la Iglesia católica: «Dirige la mirada hacia nuestros grandes problemas, hacia nuestras grandes alegrías, y mira también nuestras cosas pequeñas. Porque es cercano a nosotros. Jesús no tiene miedo de las cosas grandes, y también tiene en cuenta las pequeñas. Así nos mira Jesús”.
Por último el Santo Padre invitó a no tener miedo, a seguir a Jesús con la mirada fija en Él, para no perder el rumbo hacia la verdad.