Foto: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, concedió una entrevista al medio internacional ACI Prensa, sobre la crisis migratoria que afecta directamente a la frontera de Cúcuta.
“No podemos estar quietos ante el sufrimiento en Venezuela”, dijo Monseñor, relatando cómo la Iglesia en Cúcuta ha adelantado acciones humanitarias, una vez estalló la problemática.
Desde entonces y a través de varias iniciativas, como la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, la Diócesis atiende a las miles de personas que diariamente cruzan la frontera.
Monseñor Víctor Manuel manifestó que Cúcuta es la ciudad colombiana con más desempleo, “más del 21% de desempleo, y tiene casi el 75% de informalidad”. Sin embargo, “la Iglesia está interviniendo humanitariamente”.
“Estamos ayudando desde hace tres años a esta crisis. Lo estamos haciendo, ayudamos a muchas instituciones en Venezuela. También con la ayuda del Gobierno de los Estados Unidos. Tenemos un consultorio médico que atiende casi 800 personas diariamente. Estamos repartiendo alimentos, estamos ayudando a personas que migran”, indicó.
El Obispo relató que en la Casa de Paso cuando se termina el alimento predispuesto para el día, “repartimos atún y pasta, o atún y arroz y un pan, para que ninguna mujer en embarazo se vaya sin comer, para que ningún niño se vaya sin comer, para que ningún anciano se vaya sin comer”.
Explicó que según las cifras del Gobierno colombiano al día cruzan la frontera entre 40 mil o 60 mil personas, pero los sábados y domingos el número aumenta a unos 80 mil. De estos unos 2.600 caminan a Ecuador, Perú o Chile. “Los demás, los otros 3.400 se quedan en Colombia”.