El obispo de la Diócesis de Ocaña, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, trabaja en la materialización del sueño de tener una Casa de la Misericordia en el municipio, que se convertirá en un hogar de paso para quienes viven en pobreza.
“La propuesta sigue en pie, hemos tenido tropiezos. Se requiere pedir para el inmueble un nuevo uso de suelo y recursos por $14 millones para hacer los estudios topográficos”, dijo.
Para la primera etapa del proyecto se requiere de la conformación de un banco de alimentos para organizar los mercados que son donados por las comunidades. Luego, debe recolectarse ropa en buen estado para dárselas a quienes pernocten en la casa.
“Igualmente funcionará como una casa de paso para enfermos y extranjeros. A la iglesia llegan diariamente personas pidiendo ayuda, pues no tienen para techo ni comida”, dijo.
Para lograr que la casa sea una realidad, el obispo Católico dijo que se requiere del apoyo de la Alcaldía, pues el inmueble debe ser sometido a mantenimiento y acondicionamiento para que quede en óptimas condiciones.