Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
Entre la cantidad de celebraciones suspendidas, debido al aislamiento y distanciamiento social, para evitar el contagio de la COVID-19, se incluyó la Fiesta de la Divina Misericordia, la cual está establecida litúrgicamente a realizarse con gozo pascual, el domingo siguiente a la Resurrección de Cristo.
Este año, se pudo cumplir nuevamente la cita, atendiendo el pedido que el Señor le hizo a santa Faustina: “La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la fuente de Mi misericordia”. (Diario de santa Faustina, #699). De esta manera, se llevó a cabo el esperado encuentro en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, el pasado domingo 24 de abril, en una jornada extendida desde las 7:30 a.m. hasta las 5:00 p.m., con la organización del movimiento apostólico Casa de la Misericordia María Auxiliadora, coordinada por Leyni Stella Andrade Reyes.
Bajo el lema: “Hay fiesta porque el amor misericordioso del Padre nos sale al encuentro”, transcurrió este día de gracia, en compañía de sacerdotes que intervinieron con temas de reflexión, con la oración y adoración al Santísimo Sacramento. Entre los invitados estuvieron fray Jaime Alberto Palacio González, O.C.D., asesor del movimiento; el sacerdote Eloy Jaimes Ureña, quien habló sobre el pecado ante el avance de la cultura de la muerte; el padre Pedro Andrés Daza Correa, explicó porqué hay fiesta por el triunfo de la misericordia; finalmente, el presbítero José David Caña Pérez, presidió la adoración eucarística.
Con la presencia de aproximadamente 900 personas, la Diócesis de Cúcuta abrazó el amor misericordioso del Padre.