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Por: Pbro. Fredy Ramírez Peñaranda, Vicario de Pastoral; párroco de Santa Ana
El pasado octubre de 2021 en comunión con el Papa Francisco, iniciamos el camino hacia la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar en 2023 y cuyo lema es «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión» y busca ser el fundamento para proyectar, con el aporte de todos, la Iglesia del tercer milenio.
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Para llegar a dicho acontecimiento, se definieron 4 fases: una diocesana, una a nivel de cada Conferencia Episcopal, luego a nivel continental y finalmente la fase universal.
La fase diocesana fue una oportunidad para que diferentes actores del entorno interno y externo de la Diócesis se encontraran, experimentaran y vivieran juntos una experiencia de camino sinodal, discerniendo sobre el propio contexto local, para impulsar la sinodalidad como el nuevo estilo de las Iglesias particulares en virtud de su dinamismo y proyección pastoral.
El desarrollo de esta fase permitió la consulta de diversos actores en dos grandes grupos:
Foto: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
- Grupo 1 – Vida interna de la Iglesia diocesana, compuesta por los consagrados, seminaristas, los fieles y laicos, organismos y estructuras que participan del proceso evangelizador como líderes o beneficiarios activos de las acciones eclesiales y pastorales que tiene como centro a Jesús vivenciado desde el primer anuncio, la catequesis, la comunión y la misión permanente.
- Grupo 2 – El Pueblo de Dios que camina junto a la entera familia humana, compuesto por las personas alejadas de la fe, así como el mundo de la política, de la cultura, de la economía, de las finanzas, del trabajo, sindicatos y asociaciones empresariales, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, movimientos populares, minorías de varios tipos, los pobres y excluidos, entre otros.
Para desarrollar la consulta al primer grupo, utilizamos estos métodos o mecanismos:
- Pregunta fundamental: Utilizando la novena de Navidad del año 2021, se propuso a todos los fieles laicos del campo y la ciudad, responder la pregunta fundamental del Sínodo como acción introductoria.
- Grupos sinodales: Para realizar las actividades definidas en la fase diocesana de consulta, se organizaron grupos sinodales en las parroquias, centros de evangelización y capillas, también en los decanatos y vicarías territoriales.
- Encuentro sinodal: Podía ser desarrollado utilizando la guía elaborada. Tenía un sentido espiritual, bíblico y eclesial para conocer el Sínodo 2021 – 2023.
- Consultas sinodales: Las consultas eran de carácter voluntario, compuestas de siete (7) preguntas abiertas elaboradas con base en las que proponían el Documento Preparatorio y el Vademecum del Sínodo 2021 – 2023.
Para desarrollar la consulta al segundo grupo, utilizamos este método o mecanismo:
- Consulta sinodal: Fue diseñada una consulta compuesta de siete (7) preguntas abiertas elaboradas con base en los lineamientos del Documento Preparatorio y el Vademecum del Sínodo 2021 – 2023. La encuesta podía ser aplicada a cualquier bautizado perteneciente a uno de los actores priorizados en este grupo. Particularmente, esta consulta tuvo mayor aplicación a los bautizados congregados en las diversas parroquias, centros de evangelización y capillas de la Diócesis.
A partir del resultado de cada una de las consultas sinodales realizadas en cada nivel pastoral fueron elaboradas síntesis que sirvieron de base para construir la síntesis diocesana, remitida a la Conferencia Episcopal de Colombia en el mes de mayo de 2022, y que primero fueron socializadas en un encuentro diocesano, llevado a cabo el 20 de mayo.
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La síntesis elaborada, muestra un panorama de experiencias vividas que nos fortalecen, pero también de retos que nos hacen pensar en el futuro bajo la guía del Espíritu Santo, a fin de tomar decisiones que en consenso lleva la Diócesis a responder con claridad las necesidades de su entorno interno y externo, de todos los bautizados que viven su fe, en este territorio cuyo epicentro es la ciudad de Cúcuta.
Nos corresponde ahora como Diócesis en cabeza del señor Obispo, emprender algunas acciones que, con base en los resultados de la síntesis, integre el proceso sinodal en la vida de la Iglesia local de forma creativa, y así promover una comunión más profunda, una participación más plena y una misión más fructífera.
A medida que se sigan desarrollando las cuatro fases restantes, estamos invitados a orar por el Santo Padre y toda la Iglesia Católica, a fin de que, en el año 2023, el Sínodo de los Obispos, ponga en valor los aportes conseguidos con esta fase de consulta a las diócesis en el mundo y trace el camino que seguiremos en el futuro.
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