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Hoy se conmemora el día litúrgico de San Zacarías y Santa Isabel, papás de San Juan el Bautista y tíos de Jesús. San Lucas en su Evangelio relata cómo eran estos esposos ante Dios: “Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor”.
Según lo explica Lucas desde el capítulo 1 de su Evangelio, Zacarías era un sacerdote del grupo de Abdías y estaba esposado con una mujer descendiente de Aarón, llamada Isabel. “No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de edad avanzada” (Lc. 1, 7).
Un día entró al Santuario a cumplir con su turno delante de Dios, y mientras toda la gente se encontraba afuera en la hora del incienso, a Zacarías se le presentó un ángel del cielo llamado Gabriel al pie del altar, y le dijo: “Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto”.
El ángel exclamó estas palabras tras haberle dicho que su esposa dará a luz un hijo que se llamará Juan y con el que muchas personas gozarán de su nacimiento. Al preguntar Zacarías por qué sucederá esto, Gabriel le contesta: “mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo”.
Después ese mismo ángel se le apareció a la Virgen María quien al anunciarle que llevaría al Salvador en su vientre, también le dijo que fuera ayudar a su prima Isabel que estaba en cinta. María al llegar, Isabel le dice “y, ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?”, y en ese momento, la criatura en su vientre saltó con alegría.
Al nacer San Juan el Bautista, todos pensaban que se llamaría igual que su padre, pero Zacarías ya había dejado el nombre de Juan en una pizarra, recuperando luego el habla y alabando a Dios.