En un lenguaje coloquial y cercano el padre Alberto Ramírez Zuluaga, sacerdote de la Arquidiócesis de Medellín, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana y miembro del Itepal- Celam, compartió su experiencia sobre el desarrollo del Concilio Vaticano II, acontecimiento que vivió de cerca, como seminarista enviado a Europa junto a otros sacerdotes, para seguir el desarrollo de este “nuevo pentecostés para la Iglesia Católica”.
Durante su intervención el presbítero enfatizó en la importancia del proyecto de Nueva Evangelización que se sigue en el mundo. “El cristianismo que produjo la primera evangelización es un cristianismo que necesita ser profundizado, porque tiene ciertas características que muchas veces nos da la impresión que se trata de un cristianismo más bien superficial, de una religiosidad valiosa pero de muchas costumbres religiosas, sin unos contenido bien profundos”.
Asimismo, señaló que este proyecto, promovido en el pontificado de Benedicto XVI, es lo que articula todos los planes pastorales y métodos de evangelización de cada Iglesia Particular.
Frente a cómo lograr la articulación del Plan Global Diocesano de Nueva Evangelización con las directrices del Concilio Vaticano II, señaló: “No hay nada que pueda emprenderse en la Iglesia en este momento sin contar con la inspiración del Concilio”.
A la jornada que se cumplió, el 25 de junio, en la parroquia Santo Domingo Savio, asistieron alrededor de 100 agentes pastorales de esta Iglesia Particular.