De izq. a der. Pbro. Luis Jesús García Velazco, diác. José Abelino Rodríguez Valencia, Mons. Víctor Ochoa, diác. Oscar Aurelio Sánchez Fuentes y pbro. Jesús Alonso Ibarra Montejo. Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
El 12 de diciembre, en el día de la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, la Diócesis de Cúcuta celebró las ordenaciones sacerdotales y diaconales de los nuevos hombres al servicio de esta Iglesia Particular.
En la Catedral San José se llevó a cabo la Sagrada Eucaristía, presidida por Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, quien expresó que en esta reunión de sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles, se vivió “la presencia sacramental de Cristo, por la acción del Espíritu Santo, que transformó la vida de estos hermanos que reciben el sacramento del orden en forma diversa, los presbíteros: Jesús Alonso Ibarra Montejo, Luis Jesús García Velazco y los diáconos: José Abelino Rodríguez Valencia y Oscar Aurelio Sánchez Fuentes.
Para Monseñor, las ordenaciones son un “don y regalo de Dios para nosotros, lo hacemos en un día muy particular, en la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, emperatriz de América Latina y Filipinas, estrella de la Nueva Evangelización, como le llamó San Juan Pablo II”. Un día martes 12 de diciembre de 1531 en la madrugada, en las primicias de la evangelización de México, apenas nueve años después de la llegada del evangelio a la gran “ciudad de las águilas”, la Santísima Virgen María se manifestó para hacer conocer su presencia, el evangelio de Cristo a sus hijos, en la columna de granito del Tepeyac.
El Obispo de Cúcuta afirmó en su homilía que “en este día de ordenaciones sacerdotales y diaconales, la figura de la Santísima Virgen María nos antecede con su gran mensaje: construir la casita de Dios entre los hombres, una referencia clara a la evangelización, a la acción pastoral de la Iglesia, arrancando el mal, para poner el verdadero culto, el verdadero sacrificio del único Dios, Jesucristo, nuestro Salvador”. Por ello, ante la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, “imploramos su protección sobre estos hijos, que se configuran con Cristo, verdadero Sacerdote Eterno”.
“El sacerdote es el protagonista de la Nueva Alianza, de la Buena Noticia llevada a los hombres”, enseña Monseñor Víctor en este “día de la cosecha”, ya que estos jóvenes se prepararon para su vida sacerdotal en la casa de formación que lleva por lema “Darán mucho fruto”, el Seminario Mayor San José.