El pasado martes 14 de enero, la Diócesis de Cúcuta a través de sus redes sociales dio a conocer el fallecimiento del presbítero Onofre Peñaranda Peñaranda, quien este 21 de enero cumpliría 59 años de ministerio. Después de varios días de encontrarse internado en la clínica San José, y de estar luchando con un cáncer de páncreas, sucedió este lamentable hecho. Los feligreses destacan su compromiso pastoral y la insistente atención a la comunidad.
La Eucaristía de exequias se celebró el 15 de enero a las 3:00 p.m. en la Catedral San José, presidida por el Obispo de la Diócesis, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, con la presencia de sacerdotes, diáconos, seminaristas, fieles bautizados, amigos y familiares del padre Onofre, quienes se unieron en oración por su eterno descanso.
En su homilía, Monseñor destacó la importancia de esta celebración en un templo designado como jubilar para el Año Santo: “Los invito a ganar la indulgencia plenaria, aplicándola por nuestro hermano Onofre. Esta obra de caridad permitirá que sus penas sean purificadas, llevándolo a la Gloria de Dios”. De esta manera, y cumpliendo con las demás indicaciones (orar por el Papa Francisco, confesar los pecados y comulgar), cada fiel bautizado ganó en este día la indulgencia y pudo ofrecerla por el presbítero Peñaranda.
Biografía del padre Onofre Peñaranda Peñaranda
El sacerdote Onofre Peñaranda Peñaranda nació el 21 de enero de 1936 en Bucarasica (Norte de Santander), en el seno de una familia numerosa, compuesta por 13 hijos, entre ellos, el recordado padre Reyes de Jesús Peñaranda Peñaranda (QEPD). Sus padres, Eladio Peñaranda y María Antonia Peñaranda, le inculcaron valores de fe y el amor por servir. Desde joven mostró interés por el sacerdocio, ingresando al Seminario Menor de Ocaña y completando sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de Santa Marta.
Fue ordenado sacerdote el 21 de enero de 1966, iniciando su vida ministerial en Ocaña, Villacaro y Pailitas (Cesar), para establecerse finalmente en la Iglesia Particular de Cúcuta, donde sirvió durante más de 30 años. En sus comunidades parroquiales promovió movimientos apostólicos como la Legión de María, implementó catequesis innovadoras (valiéndose de recursos tecnológicos) y se dedicó con esmero a visitar a los enfermos.
En su interés por las nuevas tecnologías y medios de comunicación, en su servicio, fue pionero en el uso del ‘videobeam’ para proyectar las lecturas durante las Misas, ayudando a que más personas pudieran participar y aprender sobre la Palabra de Dios. En el Carmen de Nazaret, donde estuvo durante seis años, heredó de su hermano el padre Reyes, la emisora, a través de la cual animó el trabajo en el campo, enseñando a las comunidades a aprovechar la tierra, y compartió los frutos de su trabajo con los más necesitados; además, le enseñaba a los jóvenes sobre el cuidado del medio ambiente y la importancia del trabajo comunitario.
Los apuntes del padre Onofre
Con el tema de las comunicaciones, no se quedó solo en el proyector y la emisora, sino que fue un apasionado escritor que dedicó más de tres décadas a colaborar con el Periódico diocesano La Verdad, donde sus columnas reflejaron su profundo compromiso con la evangelización, pero a la vez, de forma jocosa, relataba historias y anécdotas, dejando siempre un mensaje para reflexionar. Esta recordada sección se titulaba: Apuntes.
Servicios pastorales
- Vicario parroquial de Santa Bárbara.
- Párroco de San Pedro Apóstol, Villacaro.
- Párroco de San José, Convención.
- Párroco de Pailitas, Cesar.
- Adscrito a la parroquia de San Antonio de Padua, Cúcuta.
- Párroco en Nuestra Señora del Carmen (Corregimiento del Carmen de Nazareth).
- Párroco de Santa Rosa de Lima.
- Párroco de Santa Mónica.
- Párroco de Ave María.
- Adscrito a la parroquia San Luis Gonzaga (Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Cúcuta).
- Párroco de la Inmaculada Concepción.
- Capellán del SENA.
- Rector de la Capilla La Milagrosa.
El padre Onofre será recordado como un pastor humilde y cercano, que siempre buscó el bien de las almas que acompañó. En este Año Jubilar, la Diócesis invita a todos los fieles a ganar la indulgencia plenaria también por su alma, como signo de caridad y esperanza en la vida eterna.