Por: Oficina del cuidado y buen trato

Empezar a escuchar sobre cultura del cuidado y buen trato, requiere hacer un recorrido que permita ubicar el origen de esta terminología y sobre todo el proyecto pastoral que implica en los diversos entornos eclesiales. El origen fundamental es la invitación misma de la Palabra del hijo de Dios, en la experiencia del buen Samaritano (Lc 10, 25-37) “Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré”. Inmediatamente marca el horizonte de lo que se ha constituido en la Iglesia como una línea de compromiso total frente a los cuadros dolorosos del maltrato, del abuso en todas sus tipologías, de tantos hijos e hijas que han sido lastimados, reconociendo que el cuidado de todas las personas, niños, jóvenes, personas vulnerables, es inherente a la acción pastoral de la Iglesia, y expresa su misión más profunda (Cf. Lineas Guías 6).
Ahora bien, la Iglesia no cesa de instar a sus fieles a vivir en camino constante de santidad, pero no niega los hechos dolorosos de abuso y maltrato que van en contravía del ser y del que hacer de la comunidad. Por este motivo, para señalar un verdadero camino de apóstoles del cuidado, se hace necesario una estructura que lo delimite, lo fortalezca y encamine a todos los bautizados a propiciar buenas prácticas y mayor responsabilidad frente al otro.
De manera que, la Iglesia desde su mirada institucional, enmarca esta línea pastoral en el mismo Código de Derecho Canónico (CIC), en las normas sobre delitos reservados a la congregación para la doctrina de la fe “Sacramentorum Sanctitati tutela” (SST), en el motu propio “Vos Estis Lux Mundi” (VELM). A nivel de las Conferencia Episcopales con cada uno de sus lineamientos, buscando que en cada jurisdicción eclesiástica se implemente una institucionalidad para el cuidado y el buen trato respetando la diversidad, la pluralidad, pero con una intención profunda de cero tolerancias al abuso y al maltrato.
Horizonte a nivel de nuestra Iglesia colombiana…
En Colombia los obispos como pastores de cada una de las jurisdicciones eclesiásticas han respondido al llamado de la Iglesia Universal, y en el año 2013 se adopta un documento luz, titulado “cultura del cuidado en la Iglesia Colombiana: líneas guías”; adoptando las orientaciones generales con el fin de implementar políticas, protocolos, procedimientos, acciones y estrategias en el marco de un sistema para la cultura del cuidado (LG 2).
Es importante destacar la concepción de “sistema” entendido como una red entretejida constantemente e integrada por personas, principios, valores con normas, instituciones, procedimientos, autoridades interinstitucionales en función del mutuo cuidado (LG 23), donde se deben tener en cuenta algunos principios irrenunciables y rectores como:
a) El principio de la dignidad de las personas, que sustenta la concepción de la persona humana como sagrada.
b) Principio de centralidad de las víctimas, con el deseo de acompañar, hacer justicia a los que han sido lastimados. Sobre todo, prevenir cualquier violencia o abuso.
c) Dignidad de los ministerios sagrados y de la autoridad, como llamado al servicio, defensa incondicional de todo ser humano.
d) Cooperación con las autoridades estatales y con la sociedad en general, como compromiso de colaborar siempre en búsqueda de laverdad.
e) Comunicación transparente y rendición de cuentas¸ buscandola responsabilidad de todosen el sistema del cuidado.
Por otra parte, se ha constituido el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado con el objetivo de formar, dinamizar, acompañar las diferentes jurisdicciones eclesiásticas desde unas líneas operativas que permitan:
a) La prevención de las violencias, abusos, maltratos.
b) La detección de las violencias, maltratos, abusos.
c) La atención integral de las personas, comunidades.
d) La reparación integral.
Todo esto, con el objetivo profundo de consolidar entornos eclesiales seguros, protectores
que favorezcan siempre el bienestar integral de todo ser humano.
Nuestro horizonte a nivel diocesano.…
La Diócesis siempre respondiendo al llamado de la Iglesia Universal y bajo las orientaciones dadas a nivel colombiano, ha implementado una ruta con la creación de la oficina de la cultura del cuidado y buen trato con el objetivo de dinamizar todas las acciones pastorales que permitan la consolidación de entornos eclesiales sanos y protectores.
El objetivo fuerza de la pastoral del cuidado, es formar y sensibilizar las diversas comunidades y estructuras pastorales (laicos, consagrados, sacerdotes, religiosas, religiosos) en la vivencia del cuidado y buen trato en los diferentes ambientes desde la mirada evangélica y la guía del Magisterio de la Iglesia. Sentir que todos son parte de un trabajo que implica testimonio de vida, y la cero tolerancia frente a cualquier tipo de abuso, violencia o maltrato.
En medio de una sociedad lastimada, herida por la violencia, por el maltrato, donde muchos seres humanos deambulan buscando refugio, donde ser sanados, acogidos, no hay otro camino como Iglesia, que ser el lugar de refugio, el encuentro de hermanos capaces de ayudar a otros a sanar sus heridas. No vale en ningún entorno eclesial el ser cómplices de algún tipo de maltrato, abuso o violencia.
¡Todos somos parte de la cultura del cuidado y buen trato!
Cultura del Cuidado en la Iglesia Católica colombiana: líneas
Guía. Conferencia Episcopal del Colombia, 1ª Edición.
Vanegas Publicidad. (2022).
Apóstoles del Cuidado: líneas operativas o buenas
practicas. Conferencia Episcopal de Colombia, 1ª Edición.
Vanegas Publicidad. (2023).
Normas para la protección de Menores. Diócesis de San
José de Cúcuta, 1ª Edición. (2015).
Guía Normas APA 7ª edición. American Psychological
Association.(2020).