Alrededor de 75 personas asistieron a esta jornada, con un corazón disponible para ser parte en la misión de la Diócesis. “Las ejercitaciones son una invitación a subirse a la barca de Jesucristo. Después de vivirlas es necesario ir a las parroquias a compartir lo vivido” manifestó Yurgen Polentino, participante.
Las ejercitaciones se desarrollaron en el colegio Claretiano y en el salón de apostolado de la parroquia san Francisco de Asís.