Expresó Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, durante la homilía en la mañana del Domingo de Ramos, que abre para toda la Iglesia la celebración de la Semana Santa, que conmemora los momentos de la entrega de Jesús por nuestra salvación.
La jornada inició en el parque Nacional de la ciudad, donde se realizó la bendición de los ramos y la procesión por las principales calles de la ciudad, en conmemoración de la entrada de Jesús en Jerusalén, en compañía de fieles laicos, religiosos y religiosas, movimientos apostólicos, seminaristas y jóvenes de las diferentes parroquias, que aclamaron a Jesús como rey humilde y sencillo que viene montado en un asno a obrar la salvación de Dios en nuestras vidas.
“En la Pasión vemos al Rey que viene a salvarnos, manso y humilde. De Cristo viene la salvación para todos, de Él viene la redención para el hombre pecador”, manifestó Monseñor Víctor Ochoa, invitando a los fieles a preparar y abrir el corazón y la vida para recibir a Rey bendito, que viene a traernos la salvación y la paz que tanto necesitamos en nuestro país.
El Domingo de Ramos es un día de alegría por una parte y de dolor por otra y tiene dos momentos especiales: La bendición de los ramos y la procesión que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén y la proclamación de la Pasión del Señor, que se toma este día de acuerdo al ciclo litúrgico de cada año. Este año se lee a San Marcos.