En la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, el pontífice realizó el primer discurso en territorio nacional. Envió un mensaje a todos los colombianos para apoyar la lucha por conseguir la paz.
Estas fueron las palabras del Papa Francisco en el Palacio de Nariño, “Saludo cordialmente al Señor Presidente de Colombia, Doctor Juan Manuel Santos, y le agradezco su amable invitación a visitar esta Nación en un momento particularmente importante de su historia; saludo a los miembros del Gobierno de la República y del Cuerpo Diplomático. Y, en ustedes, representantes de la sociedad civil, quiero saludar afectuosamente a todo el pueblo colombiano, en estos primeros instantes de mi Viaje Apostólico”.
“Colombia es una nación bendecida de muchísimas maneras; la naturaleza pródiga no sólo permite la admiración por su belleza, sino que también invita a un cuidadoso respeto por su biodiversidad”, resaltó el pontífice.
Luego de los pronunciados discursos del Presidente Juan Manuel Santos y del Santo Padre, el pontífice recibió las llaves de la ciudad de manos del alcalde, Enrique Peñalosa, allí se trasladó hasta la Catedral donde le presentaron las reliquias de Santa Isabel de Hungría y oró frente a la patrona de Colombia, la Virgen de Chiquinquirá.
Posteriormente el Sumo Pontífice saludó en la Plaza de Bolívar de Bogotá desde el balcón del Palacio Cardenalicio a los jóvenes.
Papa a los jóvenes: “Mantengan viva la alegría, no se la dejen robar”
“Los saludo con gran alegría y les agradezco la calurosa bienvenida. «Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!”. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes” (Lc 10,5-6).
“Han vivido momentos difíciles y oscuros, pero el Señor está cerca de ustedes, en el corazón de cada hijo e hija de este País. Él no es selectivo, no excluye a nadie sino que abraza a todos; y todos, escuchen esto, todos somos importantes y necesarios para Él”, fueron algunas de las palabras del Santo Padre este 7 de septiembre, en el discurso de su segundo día en Colombia.