Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
Este martes desde las nueve de la mañana, en el Asilo Andresen, se llevó a cabo el cierre del proyecto “Respuesta Conjunta para la Emergencia de la Población Venezolana en Colombia en Condición Migratoria (DRA) 2019”, en donde se dio a conocer el balance de apoyo realizado a 26.748 hermanos venezolanos y colombianos retornados.
Este proyecto fue liderado por la Corporación de Servicio de Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta, liderados por su Obispo, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, junto a la Organización Católica para la ayuda de Socorro y Desarrollo-Cordaid y el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS). Entes que ayudaron al emprendimiento de decenas de familias venezolanas para su sustento diario.
La coordinadora del proyecto del DRA, Jazmín Esmeralda Corso Sánchez, explica que este proyecto está distribuido en tres líneas en donde apoyaron a 27.000 personas:
- Caridad
Todo lo relacionado a seguridad alimentaria: se entregaron 20.000 raciones de refrigerio, 840 mercados y se atendieron a 17.600 personas aproximadamente.
- Medios de vida
Apoyar a familias que quieran emprender y mejorar su estabilidad laboral: se atendieron a 31 familias beneficiarias en sus emprendimientos como: alimentos, confecciones, bisutería, panadería y repostería.
- Protección
Todo lo relacionado a lo psicosocial y jurídico: atendiendo a 3.736 personas en prevención de abuso sexual, mitigación en el tema de xenofobia y reconstrucción del tejido social, y una campaña “Todos son nuestros niños y niñas” con el objetivo de generar prevención en abusos sexuales, junto a programas radiales.
Juan Carlos Cortés, secretario de Fronteras y Cooperación Nacional, manifestó que “es muy importante el trabajo que ha realizado la Diócesis de Cúcuta a partir del 2015 hasta nuestros días (…) más de 26.000 personas beneficiadas gracias a esta Diócesis que ha aportado a la parte migratoria no solo del departamento sino del país, en la forma en cómo se buscan las ayudas”.
Según el estudio realizado por Cordaid, en el colegio Manuel Fernández de Novoa del barrio Carora, la mitad de la población es migrante o retornada, por ende, allí fue el lugar adecuado para realizar la intervención psicosocial.
Así como hubo familias y colegios beneficiados, también parroquias como Nuestra Señora de La Anunciación, fue favorecida con este proyecto, su párroco, el padre Salomón Jaimes Ureña expresó: “queremos agradecer de un modo muy especial el trabajo de la Diócesis de Cúcuta, de la pastoral social y de Cáritas, en nombre de las personas que han sido beneficiadas en mi parroquia (…) Como párroco de La Anunciación, animarlos acompañar a nuestra Iglesia en esta labor caritativa en esta zona de frontera”.