Foto: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
La Diócesis de Cúcuta acompaña en el dolor a miles de familias que lloran la partida de sus seres queridos a causa de la COVID-19, pero también, como Iglesia de Jesucristo, les anima a entender que sobre ellos ya no habrá dolor, porque ahora se encuentran en la casa del Padre.
El pasado viernes 20 de noviembre, en una Eucaristía celebrada en la Catedral San José, la Iglesia Particular de Cúcuta se unió en oración a través de la transmisión por los medios de comunicación diocesanos. La ceremonia fue presidida por el presbítero Jesús Esteban Osorio Solano, quien precisamente, hizo énfasis en su homilía sobre cómo asimilar la muerte desde la fe, ya que es confortable saber que un ser querido pasó del sufrimiento de una enfermedad a la tranquilidad de estar un lugar mejor: “Humanamente, cuánto duele la partida de quien amamos, cuánta desolación y qué grande el vacío al separarnos, pero, cuan confortable es saber que ahora se encuentra mejor, allí con Dios habrá mucha paz… eso nos debe consolar”.
El padre Esteban manifestó que la muerte “nos pone más cerca de la grandeza del Señor (…) Somos Iglesia que peregrina por este mundo, que vamos caminando hacia Dios, que es nuestro puerto, de Él venimos y a Él volveremos”.
Según el reporte del 25 de noviembre por parte del Ministerio de Salud y Protección Social, la pandemia de la COVID-19 ha cobrado la vida de 35.677 colombianos, 1.302 muertes en Norte de Santander y 875 en el municipio de San José de Cúcuta.