En medio de la compleja situación social, política y económica que vive la zona de frontera colombo-venezolana, niños, jóvenes y adultos se unieron, el 16 de marzo, en oración por la reconciliación, la vida y la paz, durante la tradicional Marcha del Perdón, que adelanta la Diócesis de Cúcuta, desde hace 18 años.
Comunidades parroquiales; movimientos apostólicos; grupos eclesiales; instituciones educativas; autoridades civiles, de policía; y comunidad en general hicieron parte de esta jornada que convoca a todos los fieles de la Diócesis de Cúcuta y personas de buena voluntad para proclamar los valores de la vida, la reconciliación, el perdón y la paz.
La tradicional marcha, hace parte de la preparación para celebrar la Semana Mayor. Es esta una expresión de fe y búsqueda de conversión, que tuvo lugar de encuentro en la Plaza de Banderas de la ciudad de Cúcuta, allí los fieles se dieron cita y llevaron globos con los colores de las Vicarías, estandartes de las parroquias, pendones y diversas muestras artísticas y culturales que hicieron parte de esta evidencia del dinamismo de la Iglesia Católica local, que anima a sus fieles a interiorizar y poner en práctica la misericordia, la justicia y la verdad, animados por el lema, “Misericordia y verdad se encuentran, justicia y paz se abrazan”. (Sal 85, 11).
Antes de partir, Monseñor Víctor Manuel Ochoa, Obispo de Cúcuta, dio la bienvenida a la jornada, agradeciendo la multitudinaria presencia: “Agradezco la presencia, el esfuerzo. Vamos a peregrinar con fe para poner a Cristo en nuestra ciudad”. Monseñor invitó a pedirle a Dios ayuda por el trabajo, la familia, la escuela y a situar a Jesús en todo. “No marchemos por marchar, marchamos por el Señor”. Concluyó.
Tras recorrer las principales calles del centro de la ciudad, el encuentro finalizó frente a la catedral san José con la oración y bendición de los hogares, familias, enfermos y de nuestras manos, que han de ser manos trabajadoras, defensoras de la vida y constructoras de la paz.
Monseñor Ochoa destacó la necesidad del perdón y la conversión. “Colombia necesita de perdón y reconciliación, que baje las armas. Norte de Santander está viviendo hoy violencia y enfrentamientos entre colombianos, eso, no puede continuar. Tenemos que perdonarnos aquello que nos duele en el corazón para ser apóstoles de la reconciliación”, puntualizó.