Fotos: cortesía
Debido a la reciente calamidad pública declarada en Norte de Santander por los incendios forestales, la Diócesis de Cúcuta ha acudido al municipio de Villa Caro, uno de los más afectados del departamento.
Las incontrolables llamas en Villa Caro, por más de una semana, afectaron seriamente a las comunidades, la flora y la fauna. Conflagraciones que consumieron ecosistemas y acabaron con los cultivos agrícolas de ocho familias, los cuales son su sustento económico y quemaron sus viviendas.
Aproximadamente 200 hectáreas de bosques, de las veredas los Balcones y Silicios, fueron arrasadas por el fuego. Más de 20 familias de estas veredas fueron evacuadas, sin embargo, la mitad de ellas han regresado a sus lugares de origen.
Esta Iglesia particular, se ha encargado de donar 3.000 metros de manguera para la vereda Balcones y a través del Banco Diocesano de Alimentos, ha entregado media tonelada de alimento y artículos de cocina, para distribuir a las familias damnificadas.
La Diócesis de Cúcuta seguirá atenta para ayudar a mitigar las consecuencias de los desastres naturales, de igual forma, hace un llamado para tomar las medidas preventivas para evitar incendios forestales que recomiendan las autoridades y así preservar los bosques y la propia vida.