La decisión del Santo Padre se produjo tras un encuentro con el prefecto de la Congregación para la causa de los santos, el cardenal Angelo Amato.
Conocido como el Padre Almansa, el sacerdote trabajó con los fieles en Cúcuta y Bucaramanga. Famoso por sus consejos a los habitantes de todas las clases sociales de la ciudad.
Al fallecer, el Consejo de la urbe levantó un monumento de mármol en su tumba situada en el Cementerio Central de la ciudad de Bogotá.
Para que se autorice su beatificación es necesario que se cumpla un milagro por la intercesión del siervo de Dios Almansa.
Desde ahora se le considera «venerable» y para que pueda ser beatificado es necesario que se apruebe un milagro gracias a su intercesión, y para que sea canonizado (santo) es necesario un segundo milagro.
Con información de Conferencia Episcopal de Colombia
Foto tomada de internet.