Este signo de paz y reconciliación, promovido por la Diócesis de Cúcuta, inició con la Santa Misa en la Catedral, donde monseñor Ochoa Cadavid exaltó la importancia de la Virgen María. “En esta noche nos ponemos en la presencia de Dios y queremos engalanar e iluminar con la luz para que la imagen bendita de la Madre de Dios, resplandezca como un faro viviente, como un ejemplo de luz para toda la Iglesia”, puntualizó.
El obispo de Cúcuta también invitó a los fieles acoger a María Santísima para así dejar actuar a Dios en nuestra vida y servirle. “Que hoy podamos en nuestra vida cristiana, en nuestro trabajo, en nuestro empeño apostólico acoger siempre a María, a ella que es toda pura y limpia, para que podamos servir al Señor. Que esta luz sea un signo de esa vida que se consume por Dios. Que hagamos de nuestra vida lo que Dios quiere”, puntualizó el prelado.
Posterior a la Eucaristía, niños jóvenes y adultos, junto a diferentes movimientos parroquiales, prendieron más de 4 mil velitas en el parque Santander mientras se rezaba alrededor de éste el Santo Rosario como signo de agradecimiento por los favores y gracias recibidos de la Virgen María, a través de su hijo Jesucristo.
Al finalizar este evento especial, el obispo de Cúcuta bendijo a los presentes que, sosteniendo una velita, inundaron sus corazones de amor y esperanza. “Derrama tu bendición Señor sobre estas luces que encendemos esta noche en honor a tu madre la Santísima Virgen María, Inmaculada en su Concepción. Que Cristo Luz, nazca en cada uno de nuestros corazones”, precisó.