Marina Sierra en representación de la gran Alianza a la que pertenece la Iglesia Católica de Cúcuta, señaló durante su intervención los temas sensibles frente a los cuales esta organización civil llama la atención, destacando entre otros: las condiciones de las comunidades asentadas en municipios fronterizos como Herrán, Ragonvalia, Tibú, zona del Catatumbo, y el área metropolitana; los niveles de inseguridad, de violencia, la falta de oportunidades de trabajo, la no existencia de conectividad con el resto del país y la ausencia de soluciones por parte del estado.
Ante esta situaciones, Sierra destacó que el objetivo de los aportes hechos por la gran alianza es “que los planes y los proyectos hagan una diferenciación entre lo que es la frontera colombo-venezolana y las demás fronteras del país, y el planteamiento de soluciones que ayuden a la región a salir de los grandes problemas que afronta”.
A la reunión asistieron representantes de las universidades de la ciudad; de la Dian; del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, de la Cancillería, quienes respondieron a los planteamientos de la mesa de trabajo, teniendo en cuenta los temas de comercio, informalidad y posibles soluciones a las crisis que se viven en la región.
“La nueva Alianza y su línea estratégica de trabajo “Norte de Santander frontera amable”, se enfoca en mirar el rostro amable de la gente y en disminuir los problemas de violación de derechos humanos de los trabajadores de la región, dándole cumplimiento a lo que Mons. Julio César Vidal Ortiz y todos los integrantes de la gran Alianza quieren, que es coadyuvar para que en Norte de Santander haya un buen gobierno; siendo ésta el interlocutor de la sociedad civil, las organizaciones civiles, la academia y la Iglesia en estos procesos; logrando así salir de las crisis que vive actualmente la región”, afirmó Marina Sierra.