Durante la celebración eucarística, el obispo les recordó a los nuevos diáconos que el sacramento del Orden en el grado del Diaconado, que han recibido, “fue tomado como una opción de vida motivada por el seguimiento radical de Jesús” asumiendo los votos de obediencia, celibato y pobreza (…) Un tesoro que llevan en vasijas de barro, por eso hay que cuidarlo, fortalecerlo con la reflexión y la oración y el ejercicio del ministerio”.
Dirigiéndose a los diáconos, Mons. Vidal, les pidió “ser signo de la caridad divina, que la Iglesia siempre ha manifestado y seguirá manifestando a través de ellos”.
Por otra parte, invitó a los padres de familia a que ayuden a estos servidores de la Iglesia Católica con la oración, el ejemplo de vida y la palabra oportuna. Dirigiéndose a las madres de los nuevos diáconos, les hizo la petición de permanecer “siempre en la oración para que el Señor les siga revelando, fortalezca y puedan superar las tentaciones que inevitablemente van a experimentar por el demonio y crezcan en el amor a Dios y a los hermanos”.
Finalmente, destacando el día solmene que vive la Iglesia Universal y esta porción del pueblo de Dios, monseñor Vidal recordó la importancia de San José para los católicos y lo que él representa desde la vida humilde y sencilla descrita por los evangelistas San Lucas y San Mateo, enmarcada en “su grandeza histórica, al ser el esposo de la Virgen María y padre Putativo de Jesús”, destacando su papel, en el contexto del Sínodo de la Familia, como esposo y padre modelo, invitando a pedir por todas nuestras familias.
Un gran número de bautizados, familiares, amigos y comunidades parroquiales, acompañaron la celebración eucarística en la Catedral San José de Cúcuta. También se contó con la presencia de autoridades civiles y de policía de la ciudad.