“Católicos no debemos quedarnos en la alegría de ser cristiano, debemos salir a los demás. Tenemos la necesidad de ser misioneros de Jesucristo y por este hecho debemos ser un modelo de vida misionero, todo debe estar en función de la evangelización (…) todo lo que yo haga en mi vida debe ser evangelizado, todo en mi vida debe servir de testimonio claro de evangelización”, afirmó el purpurado.
“Nos encontramos que el mundo cada vez más va por senderos de injusticia, de violencia, guerras, divisiones, enfrentamientos y que cada vez menos se siente la alegría y la tranquilidad de la paz. El señor Jesucristo nos ha encomendado la tarea de que llevemos el mensaje de salvación (…) pero la inmensa mayoría de los seres humanos no conocen a Cristo y esta es la tragedia mayor, vivir como si no conocieran a Cristo.(…) la tarea nuestra es que cuando en nuestro corazón sintamos la presencia de Cristo, podamos vivir esa realidad maravillosa y poder ir a los demás”.
Invitó a “exigirnos un continuo estarnos renovándonos en la presencia del Señor, todos los días. (…) la invitación que Dios hace es a evangelizarnos pero no hacerlo solos, debemos vivirla en comunión, así nos alimentamos y crecemos juntos en comunidad.”
“Pidámosle al Señor para poder emplear la acción evangelizadora”.
El encuentro del Purpurado se dio en el marco de su visita a Cúcuta con motivo del Jubileo Diocesano de los maestros que se cumplió el 23 de mayo en la catedral San José.