En el miércoles 14 de marzo, el Papa Francisco presidió la Audiencia General en la plaza de San Pedro. Prosiguiendo con la catequesis sobre la Santa Misa meditó, a partir del relato de la aparición de Jesús a los discípulos de Emaús, sobre la oración del Padre nuestro, y la fracción del pan. El Santo Padre explicó, en primer lugar, que cuando rezamos el Padrenuestro, rezamos como lo hacía Jesús: “es la oración que hizo Jesús -dijo -, Él nos la enseñó cuando los discípulos le dijeron ‘enséñanos a rezar’. ¡Es bello rezar como rezaba Jesús!”, exclamó también, y añadió que la oración del Padre nuestro, que se nos entregó en el día de nuestro Bautismo, “hace resonar en nosotros los mismos sentimientos de Cristo Jesús”.
El rito de la Comunión en la Misa comienza con el rezo del «Padre nuestro». Es la oración por excelencia de los hijos de Dios. Con ella nos dirigimos a Dios llamándole “Padre”; esta es la mejor manera de prepararnos para recibir a Jesús en la Comunión. En ella pedimos el «pan nuestro de cada día», con una referencia particular al Pan eucarístico que necesitamos para vivir como hijos de Dios.
Destacando el profundo significado del Padre nuestro, el Pontífice se detuvo a razonar sobre las veces en que algunas personas recitan el Padre nuestro, “sin saber” lo que se dice. Recordó que cuando rezamos el Padre nuestro nos conectamos con el Padre que nos ama, y precisó que es el Espíritu quien nos da esta “conexión”, “este sentimiento de Hijos de Dios”.