El Año de la Palabra
la Carta a los Hebreos nos dice que “de muchos modos habló Dios a nuestros padres… ahora, en estos últimos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo” (Hebreos 1, 1-2).
la Carta a los Hebreos nos dice que “de muchos modos habló Dios a nuestros padres… ahora, en estos últimos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo” (Hebreos 1, 1-2).
La bondad del Papa Francisco y su constante cuidado por la Iglesia que peregrina en Cúcuta, puerto de la esperanza para tantos hermanos, y casa de comunión y de evangelización, nos ofrece ahora un signo de especial afecto: El Título de Basílica Menor para una Iglesia muy nuestra, la Casa de la Virgen de Chiquinquirá, la Kacika, fue proclamado el 7 de octubre de 2019, con una Carta Apostólica, el Breve Pontificio, firmado por el Cardenal Robert Sarah en nombre del Santo Padre.
La Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá en San Luis de Cúcuta Leer más »
«Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado» (Jeremías 1, 5).
Estamos a las puertas de un momento muy importante en la vida de nuestra comunidad: Las elecciones a los cargos de las autoridades locales, aquellos que tienen la responsabilidad directa del entorno cercano a nuestras comunidades. Seremos llamados a expresar nuestra elección en los próximos días, y es necesario entrar a reflexionar sobre la gran responsabilidad que tenemos al escoger a quienes tienen que cuidar y gestionar los recursos de la comunidad.
Este año tenemos en nuestra Diócesis de Cúcuta un precioso lema ANUNCIAR A JESUCRISTO, que anima toda la acción pastoral y la tarea evangelizadora de nuestra Iglesia que trata de ponerse en plena sintonía con el Papa FRANCISCO, que nos invita a caminar en una ruta misionera en este año, en la celebración del centenario de la publicación de la Carta Apostólica Maximum Illud, del Papa Benedicto XV (30 noviembre 1919), que anima y fortalece el trabajo misionero “Ad gentes” (Para ir a las gentes).
“Al atardecer de la vida te examinarán del amor”, decía san Juan de la Cruz en uno de sus escritos, aludiendo al Evangelio de san Mateo en el que se nos advierte que el pan compartido, el techo ofrecido, el amor entregado, serán nuestra corona en la gloria y serán la expresión de nuestra fidelidad a la revelación amorosa de Dios, que nos pide encontrarlo también en el hermano que sufre y en el dolor humano que el mismo Jesús quiso compartir.
En Estos días todos sentimos profunda tristeza y estamos preocupados por el camino que algunos de los miembros de los hombres que hacían parte de las FARC han asumido, al tomar nuevamente la opción por las armas.
Los Obispos católicos que, por gracia de Dios y encargo de la Iglesia, acompañamos y cuidamos como pastores al pueblo de Dios que peregrina en Colombia, celebramos gozosos con todos nuestros hermanos el Bicentenario de nuestra Independencia.
En estos días el tema de la PAZ surge como algo natural en la reflexión y en la vida de todos los colombianos. Resurgen situaciones y hechos que nos hacen entrar nuevamente en este argumento de fundamental importancia para la nación. La PAZ es un bien que nos urge a todos los colombianos, creando espacios y situaciones concretas para la construcción de una vida digna y de condiciones óptimas para todos. La situación de nuestra región geográfica es compleja, experimentamos un deterioro progresivo en temas de violencia y atentados contra la vida humana, por ello pongo a ustedes, queridos lectores de LA VERDAD este tema.