Así lo hizo saber en la homilía de la eucaristía de este segundo día que viven los obispos de Colombia, haciendo precisión a la importancia y cuidado de la familia. El Cardenal manifestó que la Iglesia debe tener dos actitudes con la familia de hoy: un acompañamiento permanente y no desfallecer en su misión de transmitir el Evangelio.
El prelado precisó que la Iglesia debe tener un carácter «peregrino e itinerante», como el de Jesús que concibió a los caminos como su casa. «La Iglesia debe hacerse compañera de camino de la gente para dar consuelo y ayuda, para estar a su servicio, con actitud humilde y para mostrar el amor que brota del Evangelio».
Una invitación especial a no desfallecer en el servicio a los demás hizo el Cardenal, invitando a seguir adelante e instó para que el propio testimonio sea quien se encargue de mostrar el evangelio.
Finalmente recordó que solo a través de Dios es posible convencer al mundo de hoy del camino importante que la familia emprende en su amor.