Próximos a la celebración del misterio de la encarnación, como la santísima virgen María, inclinémonos ante su hijo Jesús y con ella exultémonos de gozo al contemplar hoy la realidad para nosotros de la salvación.
Primer día: Caminemos con Jesucristo como Juan el Bautista
Segundo día: Caminemos con Jesucristo como sus antepasados
Tercer día: Caminemos con Jesucristo como San José
Cuarto día: Caminemos con Jesucristo como los ancianos Isabel y Zacarías