En el cuarto día de retiro espiritual del clero de la Diócesis de Cúcuta, se ha meditado sobre el llamado que el Señor ha hecho a cada uno de sus pastores, al igual que lo hizo con sus discípulos, no por quienes son sino por su capacidad de conversión.
“Así como el Señor se retiró con sus discípulos, también nosotros nos hemos retirado a unos días de sosiego y de paz para crecer y para madurar nuestros sentimientos a Él. Un momento de reposo pero también de profunda reflexión para ponernos en camino con Jesús”, ha enfatizado Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, durante la celebración de la Santa Misa esta mañana en la capilla del Seminario Redemptoris Mater de Medellin.
“La enseñanza de Jesús transciende un mero campo intelectual o de sabiduría humana. Los pasajes de Marcos que hemos escuchado estos días nos muestran la eficacia de la Palabra de Jesús, pero sobre todo la claridad del Maestro para inculcarla, para enseñarla con autoridad (…) La Palabra de Dios es serena y rica, hace que muchos se asombren y buscan a Jesús porque cura, porque salva”, insistió el obispo al tiempo que invitó a los sacerdotes a pensar “cómo nosotros tendríamos que echarnos a Jesús para conocer mejor su doctrina, su enseñanza, su ministerio, su propuesta de vida. Lo tenemos que hacer sin descuento, sin ser infieles”.
“Los Espíritus inmundos se postraban ante Jesús. Nuestros males, nuestras limitaciones, aquellos hechos de vida que nos separan del Señor deben postrarse a Jesús y allí deben morir”.
Volver al amor primero
Ubicarse en ese primer amor, en esos primeros testimonios que se deben tener frente a la comunidad, tomando fuerzas para un nuevo encuentro con el Señor, para que su ministerio y servicio pastoral sea según el querer de Dios y para servirle como Él quiere y la Iglesia necesita, es uno de los objetivos de este retiro espiritual que finaliza el próximo 21 de enero.