Un pueblo que celebra y vive su fe
La Semana Santa, tiempo de reflexión y conversión, en el que somos testigos del inmenso amor del Padre por sus hijos, al entregarse en la cruz para liberarnos del pecado y luego resucitar para llenarnos de su gloria eterna, fue profundamente vivida en esta Iglesia Particular, donde los bautizados participamos de forma masiva en los distintos oficios religiosos que se llevaron a cabo en cada una de las parroquias de la Diócesis.