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“La Vida Consagrada, profecía de la Misericordia», es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que se celebrará el 2 de febrero, festividad de la Presentación del Señor y clausura del Año de la Vida Consagrada, tiempo de gracia en el que se exhortó a los consagrados (religiosos y laicos) a: “mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”.

“la enfermedad, sobre todo cuando es grave, pone siempre en crisis la existencia humana y nos plantea grandes interrogantes”, destacó el Papa Francisco en el documento presentado en la oficina de prensa de la Santa Sede, lleva por nombre “Confiar en Jesús misericordioso como María: Hagan lo que Él les diga”.

“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13). Las obras de misericordia en el camino jubilar”, es el nombre que recibe el Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2016, en el cual expresa que éste es un tiempo para salir de nuestra alienación existencial por medio de la Palabra de Dios y las obras de misericordia.

Así lo hizo saber el Papa Francisco haciendo claridad en la relación que existe entre fe, sacramento y validez del vínculo conyugal, algo que ya había sido mencionado en algún momento por San Juan Pablo II.

Teniendo presente que la Iglesia ha privilegiado a la familia dentro de su pastoral, al ser ésta la primera transmisora de la fe, y atendiendo a los retos que afronta su estructura, ante cambios que afectan su modelo global, sacerdotes, diáconos y un grupo de seminaristas de la Diócesis de Cúcuta, acompañados por su obispo, Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid,  participan en una jornada de formación sobre la realidad de la familia y la propuesta del Papa Francisco en su Carta Apostólica Mitis Iudex Dominus Iesus.