Este 9 de octubre, el Papa Francisco realizó su audiencia general habitual de los miércoles, recordando ante más de 20.000 fieles, lo difícil que es buscar actualmente la unidad en la Iglesia. “Cada uno quiere la unidad, pero en torno a su propio punto de vista, sin pensar que la otra persona que tiene enfrente piensa exactamente lo mismo sobre «su» punto de vista”, señaló el Papa Francisco.
Esta audiencia general, octava catequesis del Papa Francisco, en su ciclo dedicado al Espíritu Santo y la Iglesia, menciona que, es el Espíritu Santo el que sostiene la unidad en la Iglesia. “Por un lado, empuja a la Iglesia hacia el exterior, para que pueda acoger más y más personas y pueblos; por otro, la reúne en su interior para consolidar la unidad alcanzada. Le enseña a extenderse en la universalidad y a recogerse en la unidad”.
Además, resaltó lo difícil que es mantener dicha unidad en todos los ámbitos de la vida: en la familia, el matrimonio, el trabajo. “La unidad de la Iglesia es la unidad entre las personas y no se consigue actuando de manera teórica, sino en la vida. Todos queremos la unidad, todos la deseamos desde lo más profundo de nuestro corazón; sin embargo, es tan difícil de conseguir que, incluso dentro del matrimonio y de la familia, la unidad y la concordia son de las cosas más difíciles de alcanzar y aún más difíciles de mantener”, así lo expresó el Papa Francisco.
“Cada uno quiere, sí, unidad, pero en torno a su propio punto de vista, sin pensar que la otra persona que tiene enfrente piensa exactamente lo mismo sobre «su» punto de vista. De este modo – dice el Papa – la unidad no hace más que alejarse”. Así lo menciona el Sumo Pontífice, resaltando que, para alcanzar a esta unidad, se debe pensar en el prójimo, y no solo en el bien propio.