El Ejército de Liberación Nacional (ELN), anunció a través de un comunicado, que debido a la emergencia sanitaria que afronta el país por el Coronavirus, suspenderá ataques desde el primero hasta el 30 de abril del presente año.
Al parecer, el grupo insurgente acató los múltiples llamados a un gesto de paz por Colombia, realizado por activistas políticos y de derechos humanos; una petición de la Organización de las Naciones Unidas y también, de Su Santidad, el Papa Francisco, quienes exigieron detener la violencia, para que el país pueda llevar la ayuda humanitaria necesaria a poblaciones vulnerables y se concentre en atender las situaciones de salud pública que implica la pandemia.
Frente al cese de hostilidades, los Obispos Católicos de Colombia, expresaron recibir el anuncio “como una esperanza de alivio” para el país, especialmente para “quienes sufren con mayor rigor las consecuencias del conflicto armado”.
Afirman que esta situación revela “los cambios y opciones radicales que debemos hacer para favorecer el bien común”. Finalmente, reiteran su apoyo al Gobierno Nacional en la creación de escenarios de diálogo que susciten la reconciliación.