Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
En la mañana de este domingo 15 de marzo, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, celebró la Sagrada Eucaristía en la Catedral San José, con no más de 500 personas, acatando las indicaciones de la presidencia de la República, para evitar propagar el Covid-19 (Coronavirus).
Monseñor señaló que aun siendo pocas personas en la celebración eucarística, la Diócesis de Cúcuta cuenta con los modernos medios de comunicación (emisora Vox Dei y redes sociales), a través de los cuales, los fieles pueden seguir las transmisiones de estos momentos litúrgicos, que contribuyen a su edificación.
En la homilía, el Obispo destaca la frase con la que termina el evangelio de este domingo, según San Juan: “Él es de verdad el Salvador del mundo”, explica Monseñor que así como la samaritana es capaz de entender las grandes maravillas del Señor, “Dios quiere que nosotros también lo hagamos”, asegura. Exhortó a los fieles a vivir momentos de oración y ser responsables: “tengamos reservas en casa, un poquito más, sin exagerar y desabastecer; hay que lavarse las manos, estar atentos a lo que tocamos y extremar la limpieza en casa (…) Es un momento de gran responsabilidad”.
Finalizada la Santa Misa, se realizó una procesión eucarística por el parque Santander en pleno centro de la ciudad; no se invitó a los feligreses a aglomerarse, el único fin fue manifestar públicamente la fe y como gesto de devoción, exponer el Santísimo Sacramento de la Eucaristía por las calles, para que los ciudadanos escuchen la voz del Señor Jesús. Monseñor Víctor Manuel impartió de manera especial la bendición a los cuatro puntos cardinales de la Cúcuta. Este mismo gesto se ha repetido en las distintas sedes de los vicarios episcopales y vicarías de esta Iglesia Particular, para llevar la bendición de Dios y su protección, en medio de estos tiempos, a todos los bautizados de esta zona de frontera.
Por otra parte, teniendo la confianza que el Señor es compasivo y benigno, la Diócesis de Cúcuta ha renovado la consagración al Sagrado Corazón de Jesús, que ya se había hecho hace más de un siglo.
Renovación de la consagración de Cúcuta al Sagrado Corazón de Jesús
Corazón amado del Salvador
unidos en tu presencia, y postrados ante tu amor inefable
confesamos nuestra fe y proclamamos tu Reinado.
Unidos ante ti, pueblo y gobernantes, pastores y rebaño,
tocamos a la puerta de tu costado, fuente de vida.
Ábrenos tu corazón amante y escucha el clamor de tu pueblo,
sácianos con tu Palabra que es fuente de vida.
Ilumínanos en la noche de dolor que nos envuelve,
enséñanos que sin ti pereceremos y contigo viviremos.
Muéstranos el camino y aliéntanos en la tribulación.
Pastoréanos, Señor de la clemencia y danos vida,
recuerda que un día te proclamamos Señor y Rey,
escúchanos, benigno, porque te necesitamos.
Firmes en la esperanza te consagramos esta ciudad,
nuestro departamento de Norte de Santander
y nuestra patria, Colombia.
Inspirados en tu amor, nos entregamos a ti,
en tu costado abierto dejamos nuestras pena,
líbranos y socórrenos, porque confiamos en ti.
Revive el amor de tu heredad,
enciende el fuego santo de tu amor en tu tierra amada.
Visita con tu amor esta parcela que te anhela.
Inspíranos para que procedamos según tus leyes de amor,
vela sobre los que te reconocemos cọmo Señor y Salvador.
En ti confiamos, escúchanos y sálvanos.
Solo en ti nuestra esperanza,
unidos a ti todo lo alcanzaremos.
Fortalece la esperanza, recoge nuestras lágrimas,
en ti nuestra esperanza, en tu corazón, vida y paz.
Cúcuta siempre fiel, revive su fe. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, salva a Colombia.