Foto: vaticannews.va
El Sínodo de la Amazonía que se llevó a cabo del 6 al 27 de octubre en Roma, fue un encuentro de Iglesia donde se vivenció un intercambio de opiniones entre los obispos, misioneros, laicos y representantes indígenas, con temas que dichas comunidades reclaman ‘querer tener’ debido a su cultura.
“El Papa Francisco anunció el día 15 de octubre de 2017 la convocatoria de un Sínodo Especial para la Amazonía, iniciando un proceso de escucha sinodal que comenzó en la misma Región Amazónica con su visita a Puerto Maldonado (19 de enero de 2018). Este Instrumentum Laboris es fruto de ese largo proceso que incluye la redacción del Documento Preparatorio para el Sínodo en junio de 2018; y una amplia encuesta a las comunidades amazónicas.”, así lo especifica el inicio del documento de conclusiones.
Este Sínodo fue puesto a intercesión de San Francisco de Asís, y está compuesto por dos semanas; la primera, fue tratar el tema ‘¿Cuántas personas conocen el Evangelio?’, en esta parte se debatió sobre la posibilidad del diaconado femenino; y la segunda semana, fue dedicada a la Amazonía como Casa Común y la conciencia ecológica.
De dicho encuentro surgieron 20 peticiones que buscan actuar con “urgencia” nuevos “caminos para la Iglesia y sus territorios”.
- Posible ordenación sacerdotal a hombres casados.
- 2. A favor del diaconado femenino como “la mujer dirigente de la comunidad”.
- Definición de un nuevo pecado: contra la ecología.
- Instauración de un Organismo Eclesial Regional para la Amazonía.
- 5. Creación de un rito amazónico propio.
- La denuncia a los atentados contra los indígenas y su tierra.
- Rechazo a una evangelización colonialista.
- Ecología integral como único camino sostenible.
- Que como Iglesia se defiendan los derechos de los indígenas.
- Por una transición energética “radical”.
- Creación de un fondo mundial para reparar la deuda ecológica.
- Descentralizar las estructuras de la Iglesia para una mayor sinodalidad.
- Voto y liderazgo para los laicos.
- Inculturación y ecología integral en la formación de seminaristas y sacerdotes.
- Promover sacerdotes indígenas.
- Más atención educativa y sanitaria de la Iglesia “donde el Estado no llega”.
- Creación de una red escolar indígena y una Universidad Católica Amazónica.
- Traducción de la Biblia a lenguas indígenas con otras confesiones cristianas.
- Crear una red itinerante de misioneros ante las distancias kilométricas.
- Más congregaciones misioneras en el Amazonas.
“Debemos pedir la gracia de sentirnos necesitados de misericordia, interiormente pobres: recordar que somos pobres, para recordar que sólo en un clima de pobreza interior actúa la salvación de Dios”, palabras del Papa en su homilía de Clausura del Sínodo.
Ahora, las decenas de propuestas están en manos del Papa Francisco, para que se conviertan en el fundamento de una exhortación apostólica.