Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
Desde el 30 de septiembre y hasta el de 2 de octubre se reunieron en Cúcuta, el grupo de trabajo que une a las Cáritas de Europa y Latinoamérica, que dan una respuesta de solidaridad ante la crisis venezolana.
Durante la primera jornada se presentó una resonancia de la realidad venezolana en la frontera colombo-venezolana, de igual forma, se socializó la atención que ha prestado América Latina.
Los Obispos de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, y, de San Cristóbal (Venezuela), Monseñor Mario del Valle Moronta, revelaron un análisis de la crisis desde el inicio y destacaron las obras que adelantan sus respectivas Diócesis, para mitigar las problemáticas que se desencadenan de la masiva migración.
También se analizó la respuesta solidaria de Perú, Brasil y Ecuador, los cuales realizaron una ponencia desde su perspectiva nacional y por último, se hizo un resumen de lo acordado en la reunión “Encuentro/Taller Inter-fronteras Pro Venezuela”, que habían tenido anteriormente en la ciudad de Bogotá en el mes de abril, para evaluar qué acciones se han cumplido.
En el hotel Casablanca de Cúcuta, cumplieron su agenda la directora humanitaria de Cáritas Internationalis, el referente regional en el Secretariado General, la representante de Catholic Relief Services (CRS – Servicios de Auxilio Católico), el coordinador regional del Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (SELACC), los representantes de: Cáritas Brasil y Cáritas Venezuela, además de los representantes de las pastorales sociales: Cáritas Chile, Cáritas Colombiana, Cáritas Ecuador y Cáritas Perú; asimismo, dos representantes de la comunidad Hermanas Scalabrinianas en Ecuador.
El padre Enán Humánez, subdirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS/CC), contextualizó la situación migratoria en Colombia, explicando que aunque el país ha sido un sitio de acogida, también tiene problemas de inestabilidad económica, desastres naturales, corrupción y crisis en la democracia de otros países de la región que también afectan el propio. De esta manera, afirma que el Secretariado Nacional de Pastoral Social propone construir un “Sistema de Política Migratoria Integral con Enfoque en Derechos Humanos y de Construcción de Paz”.
Por su parte, el Obispo de Cúcuta confirmó la necesidad de repensar las políticas migratorias “desde una visión humana y de desarrollo integral”. La Iglesia católica en Colombia es consciente de la creciente cultura del descarte y la cosificación; la pauperización e indigencia de migrantes; la naturalización de la discriminación; xenofobia y racismo; y los riesgos en salud pública.
También se evaluó la creación de estrategias conjuntas para seguir apoyando a la población migrante vulnerable. Una de ellas es el funcionamiento de un banco de medicamentos para atender la población colombo-venezolana. Monseñor Mario Moronta especificó que no sólo necesitan alimentos en su país, sino medicina, por lo que se habilitará este sitio en San Antonio del Táchira (Venezuela); “incluso este servicio estará disponible hasta para los mismos colombianos que lo requieran, no vamos a tener ninguna limitación ni tampoco ninguna exclusión”, afirmó Monseñor Moronta. Estos medicamentos serán donaciones que recoge la Iglesia Católica, a través de Caritas de Venezuela, y serán apoyados por Cáritas Colombiana.
En este grupo de trabajo se permitió conocer la realidad social y política que se vive en el interior de Venezuela y la crisis humanitaria que ha desatado en distintos países; pero los proyectos que ha desplegado la Iglesia católica en estas regiones, para atender humanitariamente a la población vulnerable migrante, han permitido proteger sus derechos humanos y afianzar la cultura que propone el Papa Francisco de acoger, proteger, promover e integrar al migrante y el refugiado.
El primero de octubre, en un segundo encuentro, presentaron sus desafíos, logros y programas, Cáritas Alemania, Cáritas Francia, CRS, Cáritas Suiza (Luxemburgo), CORDAID (Organización Católica para la Ayuda de Ayuda y Desarrollo) y Cáritas España, además plantearon establecer más alianzas para seguir realizando acciones concretas en favor de la población vulnerable venezolana que ha emigrado.
En el último día del encuentro de Cáritas Internationalis, los visitantes se trasladaron al corregimiento La Parada, Villa del Rosario, con el objetivo de palpar la realidad migratoria, conociendo este paso fronterizo y la cantidad del flujo peatonal.
En la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, compartieron con los migrantes venezolanos y colombianos retornados que allí reciben atención humanitaria por parte de la Diócesis de Cúcuta. Se celebró la Sagrada Eucaristía y participaron como voluntarios, sirviendo los alimentos.