La Conferencia Episcopal Panameña expresa su solidaridad y cercanía con los Obispos venezolanos, con todo el pueblo de Dios y en especial con los obispos Antonio López Castillo (Arzobispo de Barquisimeto) y monseñor Víctor Hugo Basabe (Obispo de San Felipe), ante las acusaciones de haber incurridos en “delitos de odio”, hechas por el presidente de Venezuela, quien tergiversó las homilías de la celebración de la advocación mariana de la Divina Pastora el pasado 14 de enero de 2018.
Los obispos, como pastores, tenemos el deber de ser auténticos defensores de los derechos humanos, de la promoción de la dignidad de las personas, inspirados en el mensaje liberador del Evangelio, que nos compromete a denunciar lo que atenta contra el bien común y violenta al ser humano; y a la vez en ser portavoces de la paz y la reconciliación.
Hemos seguido muy atentamente los padecimientos del pueblo venezolano y lo expresado por estos hermanos nuestros es el reflejo de la grave situación que vive Venezuela. Los gestos del pueblo de Dios durante la celebración “certificaban lo que escuchaban”, siendo esto una muestra del descontento ante quienes ostentan el poder.
“Nos unimos al deseo de los Obispos Venezolanos quienes hacen esfuerzos por un país “que desea vivir en paz y reconciliación, que anhela un futuro con esperanza”. Ofrecemos nuestras oraciones y el abrazo solidario para con estos hermanos que simplemente cumplieron con su deber, ser pastores comprometidos con los más necesitados” expresaron.