Durante la noche del 7 de diciembre, las casas y calles de ciudad, se iluminaron con más de 7000 velas alrededor del Parque Santander, con motivo de las vísperas de la Celebración de la Inmaculada Concepción de María, los cucuteños vivieron, un momento especial de oración por la paz, la reconciliación y la unidad familiar.
Durante la jornada se celebró la Santa Misa en la Catedral San José, la homilía estuvo presidida por Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien enfatizó “Hemos querido poner más de 7000 velitas simbólicas en Cúcuta, que representan a los hombres y mujeres de fe, que son signos de fe y reconociendo en Cristo de la esperanza”.
Hemos querido poner como símbolo la luz que representa a los hombres y mujeres de fe, esas velitas no son solo una costumbre y tradición, son un signo de reconocimiento de “Cristo como Luz de las gentes”.
“En este día miramos a María como la toda pulcra, como la que está totalmente limpia y resplandece por su pureza, como hombres somos hechos por el pecado y somos hechos de pecado, pero María Santísima preservada, limpia totalmente de ese mal, para que Cristo sea ese arca bendita, que en María encuentra su espacio y su templo”.
La Santísima Virgen María, es la que con su vida da el sí generoso, “Hágase en mi según tu Palabra”, María abre el corazón totalmente al plan de Dios. Dios de todo consuelo que quiere salvar al hombre de todo pecado. Hoy es la fiesta de la Iglesia, María es el comienzo y la imagen de la Iglesia, ella recibió a Dios y lo aceptó, es su figura y prototipo, manifestó Monseñor, Víctor Manuel.
El obispo de la Diócesis de Cúcuta, acompañó esta noche donde se busca principalmente que la luz del Adviento ilumine nuestro camino a la espera del nacimiento del Salvador.
También se organizó la Solemne Procesión con la Imagen de la Virgen que se realizó alrededor del Parque Santander, acompañados con el rezo del Santo Rosario.
Villancicos, oración, compartir en familia, fueron los momentos que acompañaron este “Gran Lucernario”, dirigido por la Diócesis de Cúcuta.
Pedimos a la Santísima Virgen, que siga bendiciendo cada uno de los hogares e interceda ante su Hijo Jesucristo, conceda la paz a todas las familias de Colombia y la Zona de Frontera.