El Papa Francisco ofreció una segunda catequesis sobre la Misa durante la Audiencia General en la Plaza de San Pedro.
El santo Padre explicó que para comprender la belleza de la celebración eucarística deseo iniciar con un aspecto muy simple: la Misa es oración, es más, es la oración por excelencia, la más alta, la más sublime, y al mismo tiempo la más “concreta”.
Afirmó que la humildad y confianza son requisitos esenciales para recibir al Señor. “En primer lugar, ser humildes, reconocerse hijos, descansar en el Padre, fiarse de Él. “La segunda predisposición, también propia de los niños, es dejarse sorprender continuó el Pontífice.
Final mete resaló que para entrar en el Reino de los Cielos es necesario dejarse maravillar. Si la Eucaristía es oración, “¿qué es la oración?”, se preguntó Francisco. “Es, sobre todo, diálogo, una relación personal con Dios. El hombre ha sido creado como ser relacional que encuentra su plenitud relacionándose en el encuentro con su Creador”.