El VIII Congreso Nacional de Reconciliación ha convocado a comunidades religiosas, jóvenes, medios de comunicación y a la comunidad en general, este año con el lema “Colombia es Capaz de Reconciliación”, donde se presentan Experiencias Internacionales en Construcción de Paz.
Esta edición cuenta con la participación de más de 500 personas y de ponentes nacionales e internacionales.
Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Obispo Diócesis de Montelibano, Presidente Comisión Episcopal de Pastoral Social, animó a leer la Encíclica -Laudato Si- en clave de restablecer la espiritualidad como un estilo de vida de hombres y mujeres a partir de signos en relación consigo mismo, con el otro, con la creación y con Dios. Dijo que esos signos llevan a comprender que la unidad y la integralidad son el carácter central de la creación de la casa común: la ecología integral que permite la vida.
Motivados por el mensaje de Santo Padre en Colombia, delegaciones de Antioquia, Caquetá y Nariño, participaron de esta actividad.
El Arzobispo de Bogotá y presidente del CELAM, Cardenal Rubén Salazar Gómez, invitó a interiorizar a la oración como el instrumento principal que permita una verdadera y real reconciliación entre los colombianos. Aseguró, que en la oración se encuentran las claves necesarias para iniciar un proceso de reconciliación.
«Más allá de cualquier diferencia la realidad nos muestra que somos hermanos. Así también, la reconciliación nos llama a brindar el perdón y alejar cualquier tentación de herirnos y hacernos daños», afirmó.
El encuentro, la escucha y el reconocimiento del daño causado abren la puerta del perdón: Mons. Elkin Álvarez