Los integrantes del grupo armado, se despidieron de sus armas en la Eucaristía precedida por tres frailes dominicos, en el corregimiento de Campo Dos, Tibú. Allí las Farc le “cumplieron a Dios” en la Parroquia Santa María. Más de 80 guerrilleros que permanecían concentrados de hacía seis meses en la vereda San Isidro, habían iniciado su descenso a las zonas veredales.
“Sean bienvenidos a su casa. Nos alegra que ustedes, como peregrinos, vengan a ponerse bajo la protección de la Virgen María”, fueron las palabras que abrieron el momento de oración que los dominicos tenían preparado para los guerrilleros.