La distinción fue otorgada por la Policía Nacional de Colombia, en el marco de la conmemoración de los 125 años de la Institución, el 4 noviembre, en la Plaza de Banderas.
La distinción se constituye en un reconocimiento al trabajo y esfuerzo del obispo en beneficio de esta región fronteriza.
La Policía Nacional también exaltó al padre Richard Moreno, capellán de la MECUC, por su servicio y acompañamiento pastoral.
Continúa la celebración de los 125 años de la Policía Nacional
El sábado 4 de septiembre, esta institución, al servicio de los colombianos, participó en una eucaristía en acción de gracias, presidida por Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta y concelebrada por los sacerdotes Esteban Osorio Solano párroco de la Catedral; Víctor Manuel Rojas, Vicario Parroquia y Richard Moreno, Capellán de la Policía Metropolitana de Cúcuta, en la Catedral San José.
Durante la homilía el Obispo resaltó el esfuerzo y la entrega de tantos hombres y mujeres que día a día desgastan sus vidas por la seguridad y el orden de una nación.
“La Eucaristía es acción de gracias por excelencia y hoy venimos a darle gracias a Dios por una institución que durante 125 años ha entregado lo mejor de sí a la Patria, con sombras también; pero haciendo un balance son muchísimas las acciones, son muchísimas las obras, el esfuerzo generoso y abnegado de hombres y mujeres formado, capaces, honrados y honestos, sabios pero también sencillos, que han entregado su vida, lo mejor de sus horas por servir a los hermanos. La Policía tiene como lema ‘Dios y Patria’ y creo que resume lo mejor de los valores que puede un hombre profesar. Que esta celebración los ilumine a todos ustedes a vivir grandes ideales éticos y grandes valores morales; ustedes tienen la tarea de ser los testigos de la libertad, del servicio a los hermanos”, afirmó Monseñor Víctor Manuel.
Al finalizar la celebración Litúrgica, la Diócesis de Cúcuta otorgó la Estatuilla San Pedro Claver a la Policía Nacional por su servicio y apoyo a la población deportada, durante la crisis ocasionada con el cierre de la frontera.
En la Eucaristía participaron altos mandos militares, más de trecientos uniformados, autoridades civiles y comunidad en general.