Niños, jóvenes y adultos participaron en este momento penitencial, que se realiza en la Diócesis desde hace 29 años.
En un recorrido de más de tres horas, cientos de nazarenos, acompañados personas de todas las edades, peregrinaron desde la parroquia San Pío X, ubicada en la ciudadela Juan Atalaya, hasta el entro de Evangelización Santo Tomas Apóstol, en el sector de la Fortaleza.
Durante la celebración de la Santa Misa, terminado el Vía Crucis, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, agradeció a los Nazarenos el tiempo que le han dedicado a la Iglesia y por ser modelos de fe.
También les recordó que Jesús es luz de vida y de esperanza. Por ello, les dejó tres enseñanzas de acuerdo a los textos bíblicos del día. “Jesús es la luz de las naciones; Cristo no es sólo la luz, Cristo es también salvación, es quien nos perdona; Él es esperanza de vid, hay que esperar en el Señor, ten ánimo”.
Mediante estas tres enseñanzas, Monseñor le enfatizó a la Hermandad de Nazarenos que hay que abrir los ojos de los hombres, porque lo que hoy se vive y se experimenta en este Lunes Santo, ha sido por “Cristo, quien abre los ojos con una gran luz, una gran esperanza, una gran razón de vida para los que creemos en Él.”