Refiriéndose al encuentro de los obispos de los dos países, para analizar los aportes que la Iglesia puede hacer en favor de los afectados, el Santo Padre destacó: «Veo en este encuentro un claro signo de esperanza. Invito a todos, en particular a los amados pueblos venezolano y colombiano, a rezar para que, con un espíritu de solidaridad y fraternidad, se puedan superar las actuales dificultades».
El Santo Padre invito a todos, en particular a los amados pueblos venezolano y colombiano, a rezar para que, con un espíritu de solidaridad y fraternidad, se puedan superar las actuales dificultades.
La crisis humanitaria que se ha generado debido a los deportados desde el vecino país, se dio cuando el 19 de agosto el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decidiera cerrar varios sectores de la frontera con Colombia.