Los prelados exhortaron a los presidentes de los dos países a un diálogo fraterno “en el que lo más importante sea las personas”.
“Es urgente que nuestros gobernantes se sienten a hablar y a buscar una solución con gran dignidad para ambos pueblos, buscando el beneficio de nuestros ciudadanos: venezolanos y colombianos (…) En este momento, todos tenemos que sembrar paz, esta es una única patria, unida históricamente”, señaló Mons. Ochoa, quien también pidió a autoridades venezolanas favorecer la unificación familiar.
Por su parte, Mons. Mario Moronta exhortó a colombianos y venezolanos, tanto a autoridades como a población en general, a dejar de lado las descalificaciones y los insultos, “esto no es cristiano”; además, “este es un solo pueblo con dos apellidos, Colombia – Venezuela / Venezuela – Colombia”, advirtió el obispo.
El encuentro de los jerarcas de la Iglesia Católica se llevó a cabo en el puente Internacional Simón Bolívar; el cual, desde la semana anterior se mantiene cerrado afectando tanto social como económicamente a las familias de la zona. Adicional a esto, la deportación de más de 1088 colombianos y la migración de cerca de 6000 por presiones del gobierno venezolano, han generado crisis humanitaria en Cúcuta y distintas ciudades fronterizas.