El Obispo de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, en reunión con diferentes Senadores y Concejales en el recinto de plenarias de la Corporación Concejo de Cúcuta, precisó que “la Iglesia Católica está tratando de ayudar con todo el corazón y cariño a los que están regresando, sean desplazados o emigrantes forzosos”.
Con la solidaridad de la comunidad y el compromiso de Iglesia “creo que no ha faltado el pan, el cariño para estas personas que regresan a su patria Colombia. Como Iglesia estamos atendiendo un número muy grande de personas con alimentos y también con atención pastoral y espiritual aquí en Cúcuta”, destacó.
El prelado también enfatizó en la urgencia de una política articulada en esta frontera, “para producir, para crear país y formar personas. Esta es apenas una pequeña parte de la crisis de la frontera”, señaló el prelado, quien al referirse a la realidad de la región llamó la atención sobre la urgencia de atender la compleja situación social que vive la región.
La Iglesia está acompañando no solo a los deportados, también a los campesinos y a las víctimas de la guerra. “Estoy pensando en los grandes problemas que hay en la región, en el Catatumbo y en el sur y norte del departamento, por lo cual necesitamos mucha ayuda”.