En horas de la mañana de este sábado 10 de agosto, en la Catedral san José, se dio apertura a la Fiesta Diocesana 2024, en la que la Iglesia Particular de Cúcuta conmemora 68 años de vida diocesana.
Además, en esta celebración fueron ordenados diez diáconos permanentes, que desde hace varios años se habían venido preparando en la escuela diaconal de la Diócesis, para recibir este grado del orden y entregar su vida al servicio pastoral y misionero. Los nuevos diáconos permanentes son: Artidoro Balaguera Guerrero, Anthony José Ríos Sepúlveda, Cesar Augusto Londoño Trujillo, Hugo Enrique Pabón Álvarez, Isidro Hernández Bermón, Iván Darío Ramírez Archila, Jorge Argemiro Cárdenas Góngora, José Gregorio Ortíz Mogollón, Rodrigo Melo Garavito y Rogelio Cáceres Cobarías.
Al iniciar la homilía, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, agradeció a los fieles bautizados su compañía en la Diócesis durante tantos años: “Nos reúne la Eucaristía para celebrar 68 años de la vida diocesana” y, asimismo, presentó a los nuevos discípulos del Señor: “Un grupo de bautizados que han venido caminando con sus familias en este servicio misionero y hoy han sido enviados para su ordenación”.
Además, el Obispo mencionó que todos han tenido participación como pueblo de Dios: “A lo largo de este tiempo, diez obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas, y agentes de pastoral; hemos conducido esta barca, y sabemos que quien va al centro de la misma es Jesucristo”. Continuó Monseñor diciendo: “No son los méritos, no son las aspiraciones humanas los que nos conceden esta gracia de Dios en el diaconado o en el sacerdocio. Es la infinita misericordia de Dios Padre que en Jesucristo nos ha elegido para este ministerio santo y la Iglesia nos llama y nos envía”.
Por otra parte, refiriéndose a la apertura de la fiesta diocesana 2024, dijo que en este día se renueva la fe, especialmente de las personas que salen a buscar al que está lejos y no bebe de la gracia de Dios; y también, les envió un mensaje a los nuevos diáconos permanentes: “Su esencia es la caridad y el servicio. Hoy empiezan a ocupar el lugar del servicio, y ese lugar del servicio es el último. Ese lugar de la caridad es el último lugar. Que Jesucristo ya lo ocupó en la cruz, en el acto de servicio y caridad más grande”.
Finalmente, se proclamó el pregón que daba apertura oficial de la Fiesta Diocesana.