Cada 20 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, una fecha dedicada a honrar la valentía y la esperanza de millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a guerras, persecución o desastres naturales.
Esta conmemoración se estableció en el año 2001, coincidiendo con el 50º aniversario de la creación de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Desde entonces, se ha convertido en un día crucial para sensibilizar a la población sobre la difícil situación que enfrentan los refugiados y para impulsar acciones que garanticen sus derechos y su bienestar.
Este día nos recuerda que la crisis de refugiados es un problema global que requiere soluciones conjuntas, también es un llamado a la solidaridad y a la acción por parte de gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil en general.
Cada 20 de junio, se renueva el compromiso de trabajar por un mundo donde todas las personas tengan la oportunidad de vivir en paz y seguridad; se reclama la protección de los derechos de los refugiados y se exige la implementación de políticas públicas que faciliten su integración en las sociedades que los acogen. El Día Mundial del Refugiado es más que una simple fecha en el calendario. Es un recordatorio constante de la realidad que viven millones de personas en el mundo y un llamado a la acción para construir un futuro más justo e inclusivo para todos.